Decisiones y Pruebas – P002
El amor de Dios penetra la creación entera. Es una fuerza viva, un rayo que se encuentra consigo mismo en un círculo eterno, ya que todo lo espiritual se mueve en una completitud circular. Todas las criaturas andan en busca de este poderoso rayo de amor, consciente o inconscientemente. El anhelo de sentir este amor impulsa, mueve, estimula a los humanos y a los espíritus. Ellos tendrán una comprensión de este anhelo de acuerdo con su estado de desarrollo, sacarán conclusiones y actuarán en concordancia con su voluntad y sus pensamientos. O bien, no interpretarán correctamente estos sentimientos y permitirán que esta fuerza impulsora actúe a través de ellos e incluso los lleve a cometer errores. Al no darse cuenta de la naturaleza real de los sentimientos y de la búsqueda, la persona perseguirá metas falsas e irá en pos de una realización también falsa.
La Búsqueda del Significado y Propósito de la Vida
Para la mayoría de las personas, la vida en esta Tierra es incomprensible. No pueden reconocer su significado y propósito porque ven únicamente con sus ojos físicos. Todavía no han establecido contacto con sus ojos espirituales. Por lo tanto, todo parece carecer de sentido: sus penas, sus tribulaciones, su soledad. Pero cuando ustedes entiendan que esta vida es uno de muchos periodos de aprendizaje, un eslabón en una larga cadena, al principio intuirán y después comprenderán más y más plenamente las conexiones. Entonces su meta dejará de ser la felicidad inmediata por medio de la satisfacción de todos y cada uno de sus deseos en esta existencia. En vez de ello, dirigirán su mirada al todo. Así podrán soportar las privaciones de esta vida.
La Importancia de las Decisiones Internas
Un gran número de personas, sin embargo, no pueden tomar las decisiones internas. Sus corrientes emocionales y sus reacciones emocionales internas los vuelven completamente incapaces de decidir por dentro, y ni siquiera lo saben ya que el proceso está encubierto. Sólo cuando empiezan a sopesar sus motivos y emociones más íntimos llegan a darse cuenta de lo que ha estado ocurriendo. Entonces pueden empezar a tomar decisiones internas. La incapacidad de tomar decisiones internas se expresa no sólo en problemas que parecen tener que ver directamente con otras personas, sino con más intensidad en las propias actitudes, sentimientos y reacciones internos.
El Miedo a Tomar Decisiones
Quienes no quieren tomar una decisión suelen ser los mismos que más sinceramente se esfuerzan por realizar el anhelo de su alma. Aunque verdaderamente desean hacer lo que es correcto y justo, se reprimen de hacer algo porque podría no agradar a Dios. Les da miedo hacer lo incorrecto, así que no hacen nada. No entienden que al no tomar una decisión también toman una decisión. El mundo, y lo que ustedes llaman tiempo, nunca está quieto. Todo fluye en el río de la vida, y cualquier cosa que hagan, hasta no hacer nada, debe tener una consecuencia. Cuando ustedes se reprimen de tomar una decisión, ello significa que aún no encuentran la llave de su alma. Viven, posiblemente sin ser conscientes de ello, con temor. No toman el timón de su barco, pues creen y esperan –otra vez inconscientemente—que Dios o el destino tomará la decisión por ustedes. De vez en cuando esto puede incluso suceder, pero, en general, no se permite al mundo de Dios interferir, ya que una de las cosas que ustedes tienen que aprender es a hacerse responsables de sus decisiones.
Desarrollo de la Visión Espiritual
Esforzarse por vencer su resistencia es la única manera de agudizar su visión espiritual. Sólo de esta manera podrán percibir lo que existe en su propia alma así como a su alrededor. Deben aprender a evaluar situaciones incluso muy complicadas, y a entender lo que está en juego tanto para ustedes como para otros. Tienen que aprender a lograr lo máximo para su desarrollo y purificación espirituales resolviendo problemas hasta ahora irresueltos. Necesitan confrontar un problema en vez de huir de él como el avestruz que esconde la cabeza en la arena.
Si, después de enfrentar un problema, llegan a la conclusión de que aún no son capaces de tomar una decisión porque todavía no pueden percibir qué dirección tomar, ya están en un estado totalmente diferente. Entonces pueden pedir a Dios inspiración y conocimiento, y así estar listos para recibirlos y actuar en consecuencia. El reconocimiento necesario les llegará cuando se hayan preparado a través de su propio empeño. Una cosa es evitar una decisión, tapar todo lo que se relaciona con ella y dar la espalda por completo al problema. Otra cosa muy distinta es esforzarse por estar en la verdad y con todo conocimiento de causa decidir no tomar una decisión hasta que, después de más esfuerzo personal, estén listos para emprender el camino correcto. Y cuando la decisión sea verdaderamente la correcta, no les quedará ni una sombra de duda. El resultado será paz y armonía crecientes en su alma, solo de esta manera pueden ser el Capitán de su barco.
Olga Tanaka B